A diferencia de las reparaciones, las inspecciones técnicas son de naturaleza preventiva y, por regla general, no implican intervenciones graves en los sistemas operativos. Sin embargo, es un servicio oportuno y de alta calidad que garantiza que no haya sorpresas desagradables con el vehículo.

     El mantenimiento del automóvil se puede dividir en mantenimiento independiente, realizado por el propietario en el modo de uso diario, y mantenimiento de servicio, que requiere conocimientos profesionales y equipo técnico adicional.

     En ambos casos, la tarea del servicio de mantenimiento es mantener el estado de funcionamiento de todos los sistemas del vehículo, identificar y eliminar rápidamente fallos obvios y ocultos e identificar posibles puntos “débiles”.

     Servicio de coche

     Al comprar un coche nuevo, la frecuencia de las inspecciones técnicas suele estar clara para el propietario: los momentos y lugares recomendados para el mantenimiento del vehículo están regulados por el fabricante. Sin embargo, para garantizar un funcionamiento seguro, no se puede confiar únicamente en las inspecciones técnicas programadas, incluso cuando se utiliza un coche nuevo.

     Tradicionalmente, la primera inspección técnica incluye:

     Inspección general del vehículo, evaluación del estado de la carrocería y pintura.
     Realizar los trabajos de fijación necesarios
     Limpieza y lubricación de elementos individuales
Ajuste de equipos de iluminación
Relleno de fluidos de trabajo

     Además, por recomendación del fabricante o a criterio del propietario, se podrán revisar otros sistemas del vehículo para evitar el deterioro de sus características operativas o ambientales, así como para evitar un aumento injustificado del consumo de combustible y lubricante. En esta etapa, la inspección visual general es de importancia primordial y generalmente no se detectan problemas graves.

     El segundo tipo de mantenimiento del automóvil tiene una estructura similar, pero generalmente se realiza mediante equipos de diagnóstico; Además, hay un aumento significativo en la complejidad del trabajo realizado.

      En la mayoría de los casos, el fabricante insiste en realizar el trabajo de servicio en centros de servicio claramente definidos. De lo contrario, los concesionarios suelen mencionar la posibilidad de “eliminar la garantía” del coche. A pesar de la invalidez de tal afirmación, hay algo de verdad en este enfoque. Cualquier intervención insuficientemente cualificada en el funcionamiento de los sistemas del automóvil puede provocar averías no relacionadas con un defecto de fabricación y, por supuesto, dicho caso ya no estará cubierto por la garantía. Por este motivo, a la hora de realizar el mantenimiento, no debes dar preferencia a centros técnicos que no estén certificados por el fabricante para trabajar con coches de tu marca, y, sobre todo, a talleres mecánicos sin nombre